Me llamo Esther Pita y soy amante del Cabo de Gata, de la fotografía y del té verde con jazmín.

Utilizo la fotografía para descubrir qué me conmueve. Hay una mirada lenta que se dirige con frecuencia al mar, a las piedras, a la naturaleza. También a las relaciones verdaderas: fotografío a mi familia y a mis amigos. A la vez, la práctica que me interesa está vacía de intenciones, se desarrolla siempre en silencio. Creo que la ausencia es importante en mi trabajo. Quizás por eso también lo sea el viaje. Al fotografiar, y al viajar, algo puede transformarse. Fotografío para sentir que pertenezco.